qué país elige usted para ser recibido como exiliado junto a su familia? preguntó la funcionaria de NNUU, en su sede de Buenos Aires. la respuesta fue inmediata. España porque mi padre nació allí y por el idioma y la cultura. muy bien replicó. segundo país. Italia repliqué. la funcionaria pués escribo Italia, porqué? somos católicos y debemos educar a los hijos en la religión católica, en Italia creo que no habría dificultad alguna. se detuvo mi interlocutora y preguntó. es que dice aquí que tiene que haber una tercera alternativa. un tercer país. no tengo idea alguna además de los dos que he mencionado. le sugiero Suiza o Suecia. porqué repliqué a mi vez. respuesta porque en ambos países existe una cuota para casos como el suyo, de urgencia y de gravedad. entonces anote usted Suecia.
de este modo resultamos eligiendo Suecia como nuestro lugar de refugio.
a los 10 días recibí una llamada de urgencia de la embajada de Suecia en Buenos Aires, no muy distantes del hotelito en que me hospedaba. me encaminé allí muy temprano y encontré una pequeña salita de recibo con una ventanilla doble que separaba al público de la asistente sueca que despachaba al frente. tengo de agrado de hacerle saber que el Reino de Suecia les ha concedido a su esposa, a sus cuatro hijos y a usted mismo las visas de residencia de permiso de trabajo por el término de un año. vaya. al fin respiraba tranquilo. qué debo hacer. su familia en La Paz recibirá la misma notificación y ustedes se reunirán en viaje a Suecia en Rio de Janeiro en cuanto la Cruz Roja tenga disponibles los billetes de avión y estén dispuestos a viajar.
en la enorme urbe Buenos Aires, estaba yo listo para abordar el avión en cualquier momento, no así en La Paz. Jenny debía lidear con problemas prácticos, el más difícil y tedioso, preparar a los hijos para que pudiesen rendir exámenes adelantados y tener su libreta escolar al día. disponer de todas las cosas no era ciertamente tarea fácil. le llevó varias semanas en realidad de mayo a agosto, 10 semanas largas que tuve que sobrevivir en condiciones muy, pero muy austeras antes de recibir el anuncio final.
presentarse en la sede de NNUU para recibir los billetes de avión y una ayuda extra, también muy modesta y mínima, pero valiosa. finalmente pude dejar el hotelillo y trasladarme por la última noche a un hotel de verdad y dormir y tomar un prolongado baño.
el dia señalado, 8 de agosto de 1981 ACNUR dispuso de seguridad y una doble escolta que me tomaron de la mano hasta Ezeiza, el aeropuerto bonaerense y embarcado en el gigante avión emprender el vuelo a Rio de Janeiro. nostalgia y alegría inundaron mi pecho. finalmente llegado a Rio, escuché en los parlantes que alguno me nombraba y es que Maria Luisita se adelantó en medio de la multitud de viajeros y corrió hacia mí, pude levantarla en brazos y llenarla de besos, y a Joaquín, y a Mauricito y a Arturo y finalmente, intensamente a Jenny. incontrolables lágrimas rodearon por mis mejillas. "Dios bendito. Cuánto te agradezco. Al fin con los míos y nos ponemos en manos de tu Providencia".
(fragmento del libro Gotemburgo Destino Final. 180 días de angustia e incertidumbre)
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